La directora y un activista de AnimaNaturalis, han sido agredidos mientras grababan hoy a las 08:00h un correbou en la población de Alcanar (Tarragona).
A los 10 minutos de iniciarse la suelta del primer toro ensogado, uno de los activistas, que llevaba cámara de vídeo, ha sido golpeado en la cabeza y empujado al suelo, para romperle la cámara. El mismo agresor ha golpeado también a Aïda Gascón, directora de AnimaNaturalis en España, arrinconándola contra la pared hasta hacerla caer al suelo.
Los activistas no les ha sido permitido grabar el transcurso del festejo, bajo amenazas e impidiendo que se acercaran al toro.
“Al menos 3 personas nos han amenazado y exigido que dejáramos de grabar, y dos de ellas formaban parte de la comisión taurina o de la peña que organizaba este festejo en concreto. Además hemos recibido constante amenazas, increpaciones, nos han escupido y lanzado objetos”, explica Aïda Gascón, directora de la organización.
En un vídeo se escucha a una señora que constantemente pedía a los activistas que no grabáramos: “Lo malo no lo grabéis, que os pegarán. Grabad sólo lo bueno o, si no, os pegarán”.
Los organizadores de la peña taurina Tradició Canareva han tratado de impedir que el agresor siguiera ejerciendo violencia hacia los activistas, y por ello Aïda Gascón solamente ha sufrido de un golpe en el hombro al ser empujada hacia la pared con un puñetazo en la zona afectada. El activista que grababa con la cámara recibió un puñetazo en la cabeza pero sólo sufrió un rasguño en la rodilla al caer al suelo del impacto. Ambos activistas se encuentran bien, pero se quejan de que no les ha sido permitido poder controlar que se cumpliera la ley y que no se maltratara al toro. Los participantes se interponían entre el toro y los activistas para que no pudieran captar ninguna imagen. “La intención del agresor era claramente destrozar la cámara y hacerla caer al suelo”, asegura Gascón.
Fuente: AnimaNaturalis
Desde el Centro Legal para la Defensa de los Animales queremos mostrar nuestro apoyo a los activistas agredidos, y condenamos estos ataques contra la integridad física y la libertad de expresión. El derecho a la información es fundamental en una sociedad democrática, y garantizar dicho derecho implica necesariamente la defensa de los activistas que documentan las prácticas especistas de nuestra sociedad.