Que esto es una guerra, no lo inventamos nosotros.
Que los defensores de los animales somos el blanco de agresiones de quienes se divierten y/o lucran con la explotación animal, tampoco.
El domingo por la mañana escuchamos un estruendo que parecía un disparo dentro de nuestro terreno. Cuando nos acercamos corriendo, vimos al señor que muchos días en los que la caza es legal, se dedica a pegar tiros a los conejos y palomas que rondan estos lares.
Este domingo, nos obstante, hubo un único disparo. El señor mayor iba acompañado de otro señor. Les dijimos al ver que aparentemente todos los animales estaban bien que si podían alejarse para disparar.
De alguna manera lo hicieron.
Una hora antes, Pablo había visto a Butters, un gato negro al que crió siendo un bebé, y que llevaba 4 años con él. De hecho, Pablo, que es un voluntario indefinido, completamente identificado con el Santuario y sus valores, se trajo a Butters y Didi, su otra compañera, a vivir al Santuario con él. Butters no podía vivir sin Pablo.
Butters era un gato muy tímido. Cuando salía por el terreno, lo hacía con mucho cuidado, le impresionaban las ovejas y otros animales grandes.Así que una hora, a lo sumo dos, y volvía corriendo para entrar de nuevo a la habitación que le hacía sentirse seguro.
Ese domingo Butters se atrevió a pasar al otro lado de la valla,estaba junto a la valla de su casa y eso le hacía sentir seguro.
Durante todo el domingo Butters no apareció. A la mañana siguiente Pablo fue a dar una vuelta por donde habíamos escuchado el disparo. Estaba muy preocupado. Sólo algo realmente grave podría haber separado a Butters de Pablo más de unas horas.
Me despertó temprano y me dijo que había encontrado a Butters. En el lugar del disparo.
Me acerqué con Laura y lo corroboré. En ese lugar,junto a la valla, encontramos el cuerpo decapitado de un gato negro. Las tripas esparcidas a su lado.
Cuando le dimos la vuelta, percibimos algo extraño. Por ese lado se percibía un corte limpio que había separado su cabeza y patas delanteras.
Metimos los restos de Butters en una bolsa, y luego a un congelador.
Tuvimos que retener las lágrimas. Tanto por Butters, como por Pablo. Butters ya no iba a sufrir, pero Pablo tendrá que vivir sabiendo que ese día fuimos él y yo quienes nos acercamos a la valla, y vimos a esos bastardos después de disparar. Se mostraron algo distantes. Y no nos dimos cuenta de lo que acababan de hacer. Hasta nos despedimos de ellos amablemente. A escasos metros de nuestra valla.
Tras relajarnos empezamos a especular. Un disparo casual de cazador que se dedica a matar a todo aquel que se mueva?
¿Una amenaza?
¿Una venganza?
Hasta ahora hemos intentado ser muy cautos, y no ganarnos enemigos si no es completamente imprescindible.
Pero los cazadores saben qué es esto, porque ya lo hemos contado en el ayuntamiento (en el que hay algunos cazadores) y en algunos sitios más.
Así que no sabemos si es represalia, si es amenaza…
Esta tarde el veterinario nos ha dado los resultados de la necropsia, radiografías al cadáver (lo que queda de él) etc…
Confirmado. Estaba lleno de perdigones, y el corte esta hecho por un cuchillo o machete, a Butters no le decapitó otro animal después de muerto, sino los cazadores intencionadamente. El disparo había sido a bocajarro, de muy cerca. Sabían que era un gato de aquí y por eso le decapitaron.
Butters, el pequeño gato tímido que nos miraba desconfiado, que me miró una hora antes y se escondía, fue asesinado a las puertas de Wings of Heart, decapitado con un machete y no sabemos si aún vivía cuando lo hicieron.
Independientemente de las represalias que tomemos, de lo que decidamos, una cosa está clara:
Estamos en una guerra y si no les protegemos, van a ir a por los oprimidos.
Por favor, os pedimos, os rogamos, que nos ayudéis a protegernos. A hacer de Wings of Heart un lugar seguro no sólo porque les hacemos libres, si no porque sea infranqueable.
Ayúdanos a blindarnos de las malas intenciones. Desde fuera los cazadores y explotadores pueden dañarnos.
Necesitamos cámaras de seguridad que cohíban a la gente con malas intenciones, que nos permitan tener pruebas, saber que pasó…
Sin haber hecho nada, han iniciado una guerra. Hemos intentado no interferir en sus locuras, y han matado a un gato del Santuario, delante de nuestras narices, decapitándolo cuando nos asomábamos a la valla, escondidos entre matorrales. Ahora, si quieren, pueden entrar. Ya ha ocurrido en otros lugares, en protectoras. Fuera de España la represión contra los defensores de los derechos animales ha llegado aún más lejos.
Necesitamos vuestra ayuda para proteger a los habitantes de Wings of Heart. Porque quien escapa del infierno, merece un paraíso. Y no podemos permitir que con su odio se lleven esas tremendas ganas de vivir.
Entre lágrimas de rabia e indignación, con los dientes a punto de estallar, despedimos estas palabras.
Butters, pequeño gato que te decidiste a ser valiente una vez. Que les verías y te quedarías paralizado, sin esperar que hubiese alguien allí. Sin esperar que fuese lo último que verías. Sin saber que tan cerca de tu hogar, iban a llevarse tu vida.
No permitamos que su muerte haya sido en vano.
Junto a la necropsia de Butters y el asesoramiento de un abogado, tomaremos las medidas legales necesarias. Sin embargo, ahora mismo en el Santuario viven más de 150 habitantes y nuestra prioridad es protegerlos.Las cámaras evitarán posibles represalias que nos den seguridad para tomar los pasos oportunos, y evitarán que situaciones tan lamentables cómo esta se vuelvan a repetir.
*Para hacer una donación: https://www.facebook.com/WingsofHeartSantuario/app_139229522811253
Concepto de donación:
“Circuito cerrado de Video-Vigilancia”
Fuente: Wings of Heart