El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Torrijos dictó el pasado 5 de octubre de 2012 una Sentencia en la que condena a dos hombres a abonar una indemnización de 3.340 euros por su responsabilidad en la muerte de un perro.
340 euros corresponden a los gastos veterinarios provocados, hasta que el animal falleció. Y los restantes 3.000 euros corresponden a una
indemnización en concepto de reparación del daño moral causado.
Al respecto de dicha indemnización, en la Sentencia se indica que debe apreciarse en la demandante “un importante impacto psicológico, máxime cuando el fallecimiento” del animal “se produjo en circunstancias tan violentas, y una indudable e irreparable pérdida como consecuencia del fallecimiento” del animal, “con quien habría compartido los seis últimos años de su vida, generándose sin duda alguna entre perro y dueña unos fuertes lazos de lealtad y afectividad recíproca”.
Esta es una de las indemnizaciones en concepto de daño moral más elevadas por la muerte de un animal en España. El abogado de la demandante fue Daniel Dorado, presidente del Centro Legal para la Defensa de los Animales.