A pesar de que el acusado lo negó todo ante el magistrado, y su abogado posteriormente pidió su libre absolución, de momento el veredicto fue claro: condenado a una multa de 20 días con una cuota diaria de 6 euros, y a abonar la factura de reparación del equipo fotográfico (482€).
El acusado negó haber tocado o empujado a la activista denunciante, aunque reconoció ante el juez que quería que “se fueran” y por ello increpaba a las activistas.
Uno de los testigos que acompañaba al acusado, y miembro de la comisión taurina de Ulldecona, argumentó que la denunciante y sus compañeras “venían a provocar”.
Las tres activistas de AnimaNaturalis fueron a grabar él miércoles 29 de agosto un correbouen la población de Ulldecona (Tierras del Ebro, Cataluña), a las 12:45 h. A los diez minutos de iniciarse la suelta de los toros en la calle, varios hombres empezaron a empujar a las activistas que estaban en aquel momento grabando el encierro detrás de la valla de protección que separa a los toros de los espectadores, y a amenazarles con romperles las cámaras, exigiendo que dejaran de grabar y que se fueran del pueblo. Uno de ellos logró romper la cámara de un manotazo, al estamparla contra el suelo. El objetivo quedó totalmente desbaratado.
En tan solo unos minutos, las activistas se vieron rodeadas de medio centenar de hombres que se sumaron al acoso con tal de que no pudieran seguir grabando el espectáculo, y sin que la comisión de fiestas que organizaba el festejo hiciera nada por detener el conflicto.
Minutos más tarde el alcalde de Ulldecona, que en ese momento estaba también participando del correbou, se acercó a las activistas para decirles que eran personas non gratas en el pueblo y les invitó a que marcharan.
Finalmente, debido a las crecientes amenazas y abucheos, las activistas, que llevaban cámaras de vídeo para grabar posibles infracciones y casos de maltrato al animal, tuvieron que irse por temor a ser violentamente agredidas.
“No es la primera vez que suceden agresiones tan violentas, nunca nos dejan grabar y hace unos meses también fuimos agredidos físicamente y de forma muy violenta, además de rompernos una cámara de fotos”, explica Aïda Gascón. “Es una vergüenza que los organizadores permitan estas situaciones. Si tanto les molesta que grabemos, será porque tienen algo que ocultar. Seguiremos grabando siempre que podamos, somos pacíficos y nunca responderemos a las provocaciones ni a las agresiones. Nuestro trabajo es defender a los animales y deben respetarlo, por mucho que les moleste”.
La noche anterior, las activistas fueron a grabar en el mismo pueblo un espectáculo en el que embolaron a 6 toros, y pudieron grabar cómo uno de ellos terminó herido de sangre en la cabeza.
El 31 de octubre del 2012 dos activistas de AnimaNaturalis ya se enfrentaron con el mismo agresor en los juzgados, ganando así el juicio por las agresiones recibidas en la poblacion de Alcanar (Tierras del Ebro, Tarragona).
La condena al agresor fue de dos semanas de arresto domiciliario, debiendo indemnizar asimismo los daños materiales que sufrieron sus equipos de grabación. No obstante, el denunciado se declaró insolvente, sin posesiones materiales, y por el momento aún no ha efectuado la indemnización.
Fuente: AnimaNaturalis
Desde el Centro Legal para la Defensa de los Animales mostramos nuestra satisfacción con esta sentencia, y reclamamos que se respeten los derechos de los activistas, incluyendo su derecho a informar a la sociedad sobre la situación en que se encuentran los animales.